Paula Nicho Cúmez, pintora maya Kaqchikel expone en la Biennale de Venecia en Italia
Texto y fotos: Uriela Cumez Nicho
Paula Nicho heredó el arte del tejido de su madre y sus ocho hermanas. Su historia y trayectoria artística nace desde del trabajo textil, urdiendo y tejiendo los diseños de sus hermanas y su mamá.

Es a partir de esa herencia ancestral, que sin planearlo teje su camino en la pintura artística. Su abuelo, admiraba su talento en el tejido, siendo él un escultor Kaqchikel que la motivo para a explorar otras técnicas y lenguajes artísticos.
Los consejos de su abuelo y el apoyo de su madre, fueron el primer impulso para poder expandir su conocimiento. Es en ese momento cuando comienza a plasmar sus sentimientos en pequeños dibujos con carboncillo natural, esta labor era muy poco valorada ya qué en Chixot (San Juan Comalapa en Chimaltenango, Guatemala) el trabajo de pintar y dibujar no era algo común entre las mujeres, sin embargo, su deseo de pintar nunca se desvaneció, luego de varios años conoció a Salvador Cúmez (primer maestro de pintura de Chixot, quien también es, su compañero de vida) y con mucha admiración le instruyó en el dominio de la pintura al óleo y al igual que su abuelo, la motivó para plasmar de una manera distinta todo el talento que ella reflejaba en cada tejido.
Es en este contexto en donde Paula inicia su carrera artística y motiva a sus hermanas a adentrarse a este campo artístico, junto a ellas y otras artistas formaron el primer colectivo llamado “Pintoras Kaqchikeles de Comalapa” que durante varios años participaron en diversas exposiciones nacionales.
Con el paso del tiempo cada una de las integrantes de ese colectivo fueron buscando sus propios destinos, sin embargo, Paula nunca abandonó el arte, gracias al apoyo y libertad de la familia que formó, su trabajo cada vez se fue expandiendo.
Gracias al arte conoció el trabajo de otras artistas como Rosa Elena Curruchich, Margarita.
Azurdia, Andres Curruchich y Carlos Mérida, qué con mucha gratitud y alegría celebra en un encuentro pictórico que se da a raíz de la celebración de la 60ª Bienal de Venecia (la exposición más grande del mundo).
Siendo Paula la única artista viva de Guatemala, Paula reconoce el gran valor de este momento histórico, que vive gracias a la invitación del curador Adriano Pedrosa, presentando una colección de cinco obras qué narran la historia de su vida.
Sus obras podrán ser observadas en el pabellón central del Guardini de la Biennale de Venecia en Italia, del 20 de abril al 20 de noviembre del año 2024.
