La solidaridad es la ternura de los pueblos; no pasarán los proyectos de muerte.
Por: Lucia Ixchiu.
El contexto desolador y de impunidad respecto al despojo de proyectos extractivos en Guatemala ha sido fundamental para el deterioro económico, político y social en toda la región. En el caso del Caribe guatemalteco y el caso concreto de El Estor, Izabal, sin duda se libra una guerra contra la voracidad extractivista y colonial.
La semana pasada en medio de la arbitrariedad fue detenido Cristóbal Pop, presidente de la Gremial de Pescadores de El Estor, Izabal y parte del Consejo de Autoridades indígenas del Estor y Valle del Polochic junto con Roque Sub miembro también de dicho Consejo en la región de Panzós.
Al paso de los días y derivado de la problemática para llevar a cabo dicha defensa y caso, las comunidades y territorios de base en la región, iniciaron de forma voluntaria una colecta de granos y apoyo en efectivo para los criminalizados y sus familias, el apoyo consite en comida para las esposas, hijas e hijos de los criminalizados.
Las lógicas del despojo no podrán pasar por su carácter individualista y jamás podrán pasar en nuestros territorios pues nuestras lógicas colectivas ponen la tierra y a la colectividad en el centro. En medio de que, la región enfrenta hambruna y un empobrecimiento adrede según Segeplan, “En el municipio de El Estor 5 de cada 10 habitantes se encuentra en situación de pobreza, pero si se analiza individualmente lo que ocurre en el área urbana donde el índice de pobreza es del 50%, lo que hace una diferencia significativa con el área rural donde el porcentaje de pobreza es de 77% es decir 7 de cada 10 habitantes no cubren sus necesidades mínimas, esta cifra se aleja de la meta №1 de los ODM que es reducir el porcentaje de las personas que tienen ingresos menores a $1.00 diario…”[1]
En medio del despojo los pueblos hemos desarrollado mecanismo de continuidad de la vida que algunos llaman resiliencia, no podría denominar si lo que los pueblos hacemos es eso, pero si algo tenemos claro es que vamos tras la vida y la solidaridad entre los pueblos es el camino.
En las comunidades China Milagro y Setolox de El Estor, Izabal, Peña Blanca, Sierra de las Minas por Río Chiquito 2 y Panzós 1 de Panzós, fueron las comunidades que juntaron sus manos, su esperanza y el maíz para tejer el alimento que da sustento a la resistencia.
[1] Datos de informe 2019.
