Intervención de Leónidas Iza Salazar, Presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE en nombre de la región de América del Sur, Centro y el Caribe en “Abya Yala”.
El pasado Miércoles 17 de abril 2024 en la sede las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, en el marco de La 23ª Sesión del Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, Leónidas Iza pronunció el siguiente discurso que publicamos tal cual él lo pronunció.

“Alli chisi
Su Excelencia,
Miembros de los tres mecanismos de los Pueblos Indígenas,
Delegados,
Hermanos y hermanas,
Es un honor dirigirme a ustedes en nombre de los Pueblos Indígenas de nuestra Abya Yala conocida como la región de América del Sur, Centro y el Caribe. Desde esta región milenaria, compartimos nuestra voz, en este importante evento de conmemoración, al cumplir el décimo aniversario de la primera Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas realizada en 2014. Quiero agradecer y reconocer al ex presidente del Foro Permanente Dario Mejia Montalvo por impulsar este evento y a la Presidencia del 78 período de la Asamblea General de la ONU por convocarnos.
En dicha Conferencia Mundial (del 22 de septiembre del 2014) los Estados Miembros se comprometieron a reafirmar su compromiso solemne con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, pero sobre todo adoptar acciones concretas para implementar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Además se comprometieron en usar como guía las recomendaciones de los mecanismos creados en las Naciones Unidas, tales como: Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y el Relator Especial sobre los derechos de los Pueblos Indígenas. Estos mecanismos vienen a reforzar las provisiones existentes en la Declaración en consonancia con el Convenio №169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT. Para complementar esto, en nuestra región contamos con la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas adoptada por la Organización de los Estados Americanos.
Decenas de hermanos y hermanas han pasado por este lugar año tras año, para hacer un llamado a la humanidad, a los estados, a las multinacionales, para que cumplan con estos acuerdos adoptados por los estados. Sin embargo, luego de 10 años de haber establecido estos mecanismos y contar con esta Declaración que no solo es nuestra sino también de los Estados, en lugar de generar condiciones para cumplir con sus propios compromisos frente a los Pueblos Indígenas del mundo, más bien profundizan políticas económicas basada en el extractivismo que despojan la madre tierra y la explotación del trabajo sin límites. Todo esto ha traído terribles consecuencias como la deforestación de la Amazonía, la explotación petrolera en los territorios de los Pueblos Indígenas en la cuenca amazónica de los 9 países, la explotación minera en muchos países en donde los Pueblos Indígenas vivimos. Por ejemplo, en Palo Quemado (Ecuador), ahora mismo tenemos más de 100 criminalizados; en el corredor minero en Perú que afecta al Cusco, Apurímac y Arequipa; Andalgalá, en la provincia argentina de Catamarca; Los Pinares en Honduras; caso Fénix en Guatemala; La Colorada en Zacatecas México, las reservas de agua más grande del mundo, la del Guaraní y el Amazonas. Todos ellos son solo algunos de los casos que son promovidos en los medios de comunicación pero muchos nunca salen a la luz. Estos territorios están en los ojos del mercado capitalista como un recurso estratégico para explotar, cuando debería ser una reserva para la supervivencia de la humanidad.
Hermanos y hermanas, si tan solo los estados cumpliesen con lo que se comprometieran y fuesen sensibles en cumplir con nuestras demandas no nos obligarían a resistir e intentar que nuestras voces se escuchen. Nuestra movilización es legítima, es por nuestra supervivencia porque si perdemos nuestros territorios nos desaparecemos, por eso somos perseguidos políticamente y estigmatizados por el racismo, además de ser criminalizados, desaparecidos, nuestros territorios militarizados y nuestros lideres y lideresas asesinados de manera selectiva. Me pregunto si no somos nosotros quienes defendemos la casa grande, nuestra madre tierra, entonces quien?
Creemos que es importante que cada una de las provisiones de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP) debe ser cumplida a cabalidad.
Con miras al 20 aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP), solicitamos un evento de alto nivel que incluya un monitoreo de cumplimiento al documento final de la Conferencia Mundial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en donde se involucre la participación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas, Estados Miembros y organismos de la ONU, para alcanzar los objetivos de la Declaración.
Solicitamos que la Asamblea General solicite el liderazgo del Secretario-General de la ONU para que se garantice los fondos y mecanismos apropiados para que los objetivos de la Declaración se cumplan, y que sus oficinas de país apoyen a los Pueblos Indígenas de manera decidida, sin olvidar que se deben evitar la perpetuación de violaciones de derechos humanos y derechos de los Pueblos Indígenas.
De manera contundente debemos rechazar el combate a la Violencia contra las Mujeres Indígenas, es fundamental tomar acciones para erradicar la violencia contra las mujeres y niñas indígenas, para esto los Estados deben utilizar la Recomendación №39 adoptada por la CEDAW.
La Juventud Indígena tiene un papel crucial para continuar con la lucha de nuestros ancestros, en base a los valores y prácticas que se nos ha transferido por nuestros antepasados. Su empoderamiento y fortalecimiento de la educación, desarrollo económico y social, son fundamentales y sino creamos oportunidades se seguirán viendo obligados a abandonar sus tierras y territorios. La juventud Indígena es rebelde porque sabe que su futuro depende de su fortaleza para no agachar su mirada ante las injusticias. Ellos deben tener un papel fundamental en todo proceso que emprendan los Estados y la ONU.
Los estados requieren asumir su compromiso de incluir información detallada sobre la situación de los Pueblos Indígenas de sus territorios, solo así podremos saber cuántos somos y que sucede con nuestra realidad.
Los gobiernos y las élites económicas deben comprender que el daño causado a la madre naturaleza genera efectos adversos a la humanidad, especialmente a los Pueblos Indígenas en sus territorios y agudizan las desigualdades, mientras que la riqueza se acumula cada vez en menos manos. Por lo que los países del norte global por su obligación, moral y ética con la humanidad deberían condonar las deudas externas de los países del sur global, para que nuestros territorios que da vida al mundo no este obligados a pagar esas deudas con mas explotación y así luchar juntos en contra del cambio climático.
El llamado para buscar alternativas como la economía verde no siempre son en beneficio de nuestros Pueblos pero aún tenemos esperanza. Por ejemplo: El Yasuní ahora quedara bajo tierra porque así lo decidió el pueblo. Es tarea de toda la región apoyar iniciativas como esta y que el gobierno de turno lo implemente.
Queremos reconocer a los Estados de la región que están dando pasos en favor de cumplir los compromisos de hace diez años, pero los animo a pasar de la retórica a la acción. Los Pueblos Indígenas en la región estamos listos para continuar nuestros trabajos en conjunto.
Quiero finalizar mi intervención, invitando que podamos comprendernos entendernos, que nosotros somos la materia, el espíritu, la sabia, el cosmos de la madre tierra, somos hermano-as en el agua a través de nuestra sangre, somos hermanos en la tierra a través de nuestra carne, somos hermano-as en el viento a través de nuestros pulmones, somos hermano-as en el fuego a través de nuestra energía, todos somos hermanos y hermanas la gran familia humana ampliada y convivimos con nuestros hermanos mayores y menores de la viva planetaria.
Hermanos-as Defender la vida de la madre tierra, es defender nuestra propia vida.
Muchas gracias”.

(English)
High-level event to commemorate the 10th anniversary of the World Conference on Indigenous Peoples
Speech by Leonidas Iza Salazar, President of the Confederation of Indigenous Nationalities of Ecuador (CONAIE) on behalf of the South America, Central America, and Caribbean region “Abya Yala”
Wednesday, April 17, 2024
Alli chisi
Distinguished guests, Your Excellency, Members of the three Indigenous Peoples’ mechanisms, Delegates, Brothers and sisters,
It is an honor to address you on behalf of the Indigenous Peoples of our Abya Yala, known as the region of South America, Central America, and the Caribbean. From this ancient region, we share our voice at this significant commemorative event, marking the tenth anniversary of the first World Conference on Indigenous Peoples held in 2014. I want to thank and recognize former President of the Permanent Forum, Dario Mejia Montalvo, for driving this event and the Presidency of the 78th session of the UN General Assembly for convening us.
At that World Conference (September 22, 2014), Member States pledged to reaffirm their solemn commitment to the purposes and principles of the UN Charter, but most importantly, to take concrete actions to implement the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples. They also committed to using recommendations from UN-created mechanisms, such as the Permanent Forum on Indigenous Issues, the Expert Mechanism on the Rights of Indigenous Peoples, and the Special Rapporteur on the rights of Indigenous Peoples. These mechanisms strengthen the provisions of the Declaration in line with ILO Convention №169 on Indigenous and Tribal Peoples. Additionally, in our region, we have the American Declaration on the Rights of Indigenous Peoples adopted by the Organization of American States.
Many brothers and sisters have come to this place year after year to call upon humanity, states, and multinational corporations to honor these agreements made by the states. However, after 10 years of establishing these mechanisms and having this Declaration that is not only ours but also of the States, instead of creating conditions to fulfill their commitments to the Indigenous Peoples of the world, they deepen extractive economic policies that exploit Mother Earth and limitless labor exploitation. This has led to dire consequences such as deforestation of the Amazon, oil exploitation in Indigenous territories across the 9 Amazon basin countries, and mining exploitation in many countries where Indigenous Peoples live.
Brothers and sisters, if only states would fulfill their commitments and be sensitive to our demands, we would not be forced to resist and try to make our voices heard. Our mobilization is legitimate; it’s for our survival because if we lose our territories, we disappear. That’s why we are politically persecuted, stigmatized by racism, criminalized, disappeared, our territories militarized, and our leaders selectively assassinated. I wonder if we, who defend our great house, Mother Earth, then who will?
We believe it’s important that every provision of the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples (UNDRIP) be fully implemented. With an eye on the 20th anniversary of UNDRIP, we request a high-level event that includes monitoring compliance with the final document of the World Conference on Indigenous Peoples’ Rights, involving full and effective participation of Indigenous Peoples, Member States, and UN agencies to achieve the Declaration’s objectives.
We ask the General Assembly to seek the leadership of the UN Secretary-General to ensure funding and appropriate mechanisms to achieve the Declaration’s goals, with country offices supporting Indigenous Peoples decisively, ensuring the prevention of human rights violations.
We must strongly reject combatting Violence against Indigenous Women. It’s crucial to take actions to eradicate violence against Indigenous women and girls, with states using Recommendation №39 adopted by CEDAW.
Indigenous Youth play a crucial role in continuing our ancestors’ fight, based on the values and practices passed down to us. Their empowerment, education, economic and social development are essential, and if we don’t create opportunities, they will continue to be forced to leave their lands and territories. Indigenous youth are rebellious because they know their future depends on their strength not to turn a blind eye to injustices. They should have a fundamental role in every process undertaken by States and the UN.
States need to assume their commitment to include detailed information about the situation of Indigenous Peoples in their territories, so we can know our numbers and our reality.
Governments and economic elites must understand that harming Mother Nature has adverse effects on humanity, especially Indigenous Peoples in their territories, exacerbating inequalities, while wealth accumulates in fewer hands. Therefore, Global North countries, out of moral and ethical obligation to humanity, should forgive the external debts of Global South countries, so our life-giving territories aren’t forced to pay these debts with more exploitation and to jointly fight against climate change.
Calls for alternatives like green economy are not always in our Peoples’ favor, but we still have hope. For example, Yasuní will now remain underground as decided by the people. It’s the region’s task to support initiatives like this and for the current government to implement them.
We want to acknowledge the states in the region taking steps to fulfill commitments made ten years ago, but we urge them to move from rhetoric to action. Indigenous Peoples in the region are ready to continue our collective work.
I conclude by inviting us to understand and comprehend each other, that we are the matter, the spirit, the sap, the cosmos of Mother Earth. We are brothers and sisters in water through our blood, on earth through our flesh, in wind through our lungs, in fire through our energy. We are all brothers and sisters in the extended human family and coexist with our elder and younger siblings of planetary life.
Brothers and sisters, defending Mother Earth’s life is defending our own life.
Thank you very much.
Vean el video de la intervención completa de Leónidas Iza Salazar